
Los médicos esperaron unos días intentando buscar una solución para no amputar la pierna, pero no había alternativa posible, así que insertaron una barra de titanio para sustituir el fémur destrozado por el accidente y amputaron por encima de la rodilla.
Volvió a la piscina y un año después ya era finalista de los 800 libre en los Juegos de la Commonwealth celebrados en Manchester en 2002. Empezó a alternar los campeonatos de personas válidas con su aspiración de acudir a los paralímpicos de Atenas 2004, cosa que hizo con gran éxito adjudicándose 5 medallas de oro. Pero su sueño no era ese, su deseo era conseguir nadar en unos Juegos Olímpicos y su objetivo estaba en Pekín. Formuló tres deseos, los dos primeros ya cumplidos, el último lo logró el sábado pasado en Sevilla al conseguir la clasificación para participar en los Juegos Olímpicos de Pekín en la prueba de 10 Km en Aguas Abiertas.
La historia de Du Toit le da un valor extra a la vida y es ejemplo vivo de que nada es imposible. Me olvidaba... el pasado mes de julio batió el record de África en los 1500 libre.
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