Terminó uno de los eventos mas espectaculares de los últimos tiempos, y a juicio personal uno de los eventos mejor televisado, con el detalle de cada una de las cosas que nos interesaba ver y mas aun de lo que pedíamos ver. En natación se pudo observar la élite de nadadores que por uno u otro motivo competían en diferentes eventos y aquí concurrieron todos, nadie faltó a la cita.
La piscina del Centro Acuático Nacional fue un ámbito propicio para marcas extraordinarias. Se batieron un total de 25 récords mundiales en 21 pruebas. Algo nunca visto. Producto de la coincidencia de cuatro factores decisivos: las mallas que ayudan a flotar, una piscina cuya construcción favorece la velocidad, nuevos métodos de entrenamiento y avances en fisioterapia, y un grupo de nadadores de primer nivel.
Eddie Reese, el entrenador jefe del equipo masculino de Estados Unidos, explicó su visión de la piscina: "En Grecia teníamos dos metros de profundidad. Aquí hay tres metros. La profundidad del agua hace que vayas más rápido durante más tiempo. Las turbulencias llegan con menos fuerza al fondo de la piscina, y al rebotar tardan más tiempo en subir. El agua poco profunda golpea a los nadadores. El agua con olas es agua mala para los agarres. El agua tranquila es la ideal. Esta piscina es un espejo porque, además de ser profunda, está cubierta y no hay viento".
Esperaremos con ansias a Londres 2012, con algunas canas de mas pero seguros que viviremos una vez mas otro espectáculo de la Humanidad.
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