La natación volvió a ser de los nadadores en estos Juegos Olimpicos. Tras la etapa de los bañadores de poliuretano, la piscina devolvió el protagonismo a los nadadores y a su eterna lucha contra los límites. Se van a recordar como el de Phelps consagrándose como el mejor nadador de la Historia y los muy jóvenes irrumpiendo con las marcas mundiales y rompiendo con los preconceptos de la edad.